Una bellísima fotografía monocromática

Desde las gélidas tierras suecas y, bajo el desarrollo del estudio Something We Made. He podido disfrutar de otras de esas maravillas indies que no paran de alegrarme la vida casi a diario.

Y esta vez con una preciosa y fotogénica aventura. Que nos acerca a la naturaleza, a la tradición, y al amor por todo lo que nos rodea. De la mano de un jovencito y su cámara de fotografía, que ha vuelto a demostrar como las pequeñas cosas, las cuidadas experiencias, y las simples pero perfectas situaciones se pueden mezclar para hacer un juego tan precioso, especial, y lleno de cariño, como este Toem del que os voy a hablar.

Fecha de lanzamiento 17 SEPTIEMBRE 2021
Desarrolladora Something We Made
Distribuidora Something We Made
Plataformas PC – PS5 – SWITCH
Versión Analizada PC
Idiomas Voces/Texto NO/ESPAÑOL
Número de jugadores 1

NOTA: 9

Y es que Toem es un juego que toma como principal premisa el llenarnos de encanto y amor a través de la fotografía. Y meternos en una expedición realmente particular. Que consigue mostrarte en todo momento los pequeños detalles del mundo que nos rodea. La particularidad de las personas. Y esa unión de lo real con lo fantástico, que hace que tengamos tradiciones, leyendas, y sentimientos varios por un mundo maravilloso.

Una de las esos juegos donde hasta el más mínimo detalle está cuidado. Donde la sencillez de controlar a un jovencito en un mundo en blanco y negro, con perspectiva isométrica libre, y con el ansia de ayudar a todo el que se nos cruce en el camino que nos lleva a uno de los momentos más especiales que vivió nuestra abuela, y que quiere que lo vivamos por nosotros mismos.

Un mundo que gira alrededor de nuestras cualidades como fotógrafo. Haciendo del control de la cámara de fotos, una de las mecánicas principales del juego. Ya que nos une directamente a todo lo que tendremos que realizar en este; como las diferentes y variadas misiones, o en nuestro afán fotógrafo coleccionista, que nos va a acercar a hacer fotografías de todo bicho viviente.

Un mundo dividido en varias zonas con un bioma muy destacado. En la que tendremos que viajar en bus que solo nos sale gratuito si conseguimos una serie de sellos de buen comportamiento y ayuda a los cuidados, variados y particulares seres que hay en cada zona del juego.

Unas misiones que dan esa sensación de mezclar el concepto puzle, con la observación de entornos, junto al más mero hilo basado en la narrativa y en la concepción mental de como mediante pistas y pequeños detalles podremos completar ese gran número misiones que nos ayude en nuestro afán por conseguir los ansiados sellos.

El control de nuestro amigo es realmente agradable y suave. Con capacidades de interactuar con el entorno, entre acciones y diálogos. Y en donde tengo que destacar esa utilización de la cámara. En la que pasamos a tener un concepto en primera persona. Con variadas opciones para generar preciosas fotografías. Y todo bajo una interface clara y concisa tanto en la parte de la cámara, como en el emergente circular o en el más clásico.

Por cierto. Me ha encantado la opción de personalización del personaje mediante los diferentes objetos que iremos descubriendo, encontrando o recibiendo como regalo. Y que más allá que del cambio estético, consiguen afectarnos directamente en multitud de situaciones ya que tienen una serie de virtudes y comportamientos que los hacen únicos y especiales, más allá de un mero complemento visual.

Un juego que se disfrutar increíblemente durante las no más de cinco horas que nos puede durar sin ansiamos conseguir hasta la última instantánea. Y donde no tendremos apenas complicaciones si somos observadores.

Entrando en la parte artística. Lo primero que destaca del juego es su concepción en blanco y negro. Con un diseño artístico tremendamente especial. Muy minimalista. Y con un encanto en el trazo de cada maravillosa estampa que nos aportan los escenarios llenos de vida, y esos personajes, animales y demás seres, que invaden un lugar por el que da gusto pasear.

La parte sonora también tiene una gran importancia. Y es que posee una alta capacidad de trasmitir sensaciones de todo lo que nos rodea gracias a su gran ambientación. Y donde una música preciosa e intercambiable a medida que encontramos nuevas cintas de cassette consiguen hacer de la experiencia algo mucho más lleno de amor y buen rollo que ya nos entraba por los ojos.

Toem es una autentica pequeña joya. De esas que te marcan por su amor al detalle. Que te mantienen una sonrisa de oreja a oreja a cada segundo que pasas frente a él. Y que termina de enamorarte gracias a una experiencia muy bien tratada a nivel jugable, desde el punto de vista de ambientación e interacción, y como no podía ser menos, a nivel artístico.

Un precioso videojuego que no debéis dejar pasar, si queréis una experiencia amable, agradable, sencilla, inteligente, y llena de amor. Que seguramente inmortalicéis en vuestra mente durante mucho tiempo.

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Código digital proporcionado por Something We Made

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