Análisis de Slave Zero X

Buscando la violencia perfecta

Me encamino en estas primeras líneas hacia la más pura mezcla de acción y habilidad, bajo el nombre de Slave Zero X. Un título desarrollado por Poppy Works y distribuido por Ziggurat, el cual se las prometía potente, frenético, y lleno de acción, y os aseguro que da justamente lo que promete.

Una buena y potente experiencia, que nos pone a prueba, nos hace jugar bien, y nos plantea un universo de esos que llaman la atención por muchos factores.

Así que seguid leyendo este análisis de Slave Zero X. Y no perdáis la oportunidad de soltar adrenalina gracias a machacar todo ser que se cruce en nuestro camino. Y, ante todo, disfrutad de la más pura acción que este juego nos propone.

Fecha de lanzamiento	22 FEBRERO 2024
Desarrolladora	Poppy Works
Distribuidora	Ziggurat
Plataformas	PC – XBOX ONE – PS4 – SWITCH – XBOX SX – PS5
Versión Analizada	PC

Como suelo hacer siempre, quiero empezar dejando claro que nos va a proponer este Slave Zero X, cosa que como habéis leído ya os he dejado caer en la introducción… es decir, violencia, acción y un buen reto que dominar. Todo bajo una historia que nos lleva a ese mundo cyberpunk que nos propuso hace más de veinte años su predecesor. Eso sí, con unas concesiones narrativas que casi nada tendrá como relación.

Y es que este nuevo Slave Zero, nos traslada a un futurista, distópico y particular Estados Unidos. Donde tomamos el papel de personaje llamado Shou, con la única y fijada misión que echar por tierra el dictatorial sistema que ha creado el gran emperador. Para lo que se va a encargar de hacerse con una tremenda arma robótica llamada X, que agilizará y dará potencial suficiente para esta mortal misión. Todo claro, conciso, y sin remilgos narrativos.

Dejando a un lado “tanta” parafernalia. Toca entra en lo importante de la aventura, su jugabilidad. Y es que Slave Zero X ofrece una divertidísima y potente experiencia de hack ‘n’ slash bidimensional de un ritmo mortal, cruel, y bastante ágil. Donde deberemos avanzar a través de variopintos escenarios futuristas. Donde las hordas de enemigos, y las plataformas y las trampas, nos lleva a dar lo mejor de nosotros mismos.

Cosa que nos acerca a un muy bien tratado sistema de combate. Donde el ritmo rápido, la realización de combos, y el estudio de los rivales y nuestras capacidades, nos acerca a unas concepciones beligerantes que premian la habilidad, la creatividad, y ante todo la violencia. Destacando especialmente unas cualidades combinatorias entre las diferentes tipologías de acciones, movimientos, y ataques, que nos hacen encadenar auténticas brutalidades de combos, para hacernos con la mejor valoración posible. Que cumplen bastante bien en cantidad y espectacularidad.

Todo esto nos lleva a ser un juego realmente rejugable. Ya que más allá de superar su campaña principal, Slave Zero X. Este ofrece un modo donde una torre de desafíos generados aleatoria, nos pone a prueba todas nuestras habilidades y capacidades que hayamos ido aprendiendo durante toda la acción sin respiro. Un pique con nosotros mismos, que nos acerca a buscar la mejor puntuación posible si nos lucimos en cada muerte.

Comentaros que desde los inicios os vais a encontrar que Slave Zero X presenta una dificultad bastante elevada, y que aumenta y desespera en ciertos tramos. Y más cuando vamos buscando buenas puntaciones y una buena concatenación entre unos enemigos duros de roer. Donde solo la inclusión de mejoras y personalizaciones de nuestro personaje, nos va a dar ese pequeño margen de potenciación que tan bien nos va a venir. Y que nos acerca a llevarnos a un juego que nos puede durar en inicio unas cuatro horas, pero que nos va a dar muchas más si queremos jugar bien, y alcanzar las mejores puntuaciones.

Como no podía ser menos, a nivel artístico este va a tirar de un espectacular diseño que saber mezclar un brutal diseño pixelado, con unos escenarios llenos de profundidad bajo un toque tridimensional. Todo ello bajo unas geniales animaciones, unos muy conseguidos efectos, y unos diseños de un tamaño que impresionan. A esto se le une una buena banda sonora, unos efectos llenos de violencia, y una atmosfera que sabe cómo asfixiarnos o hacernos acabar con ella.

Como punto que puede romper un poco la experiencia quiero destacar en primer lugar la dura curva de aprendizaje que tiene. Y es que su sistema de combate, pese a ser realmente agradecido, es complejo que puede resultar difícil de dominar en los primeros momentos del juego. Y con ello, echar para atrás muchos jugadores en sus inicios. Todo ello pese a que, como ya os he dicho, la variedad de movimientos y ataques disponibles se siente limitada.

Por último, el enfoque centrado en puntuaciones le quita importancia y deja claramente a un lado los posibles conceptos narrativos, cosa que podría haber dado mucho más de sí, dentro de que estamos en un juego de base arcade.

Conclusión

En definitiva, cerrando con este análisis de Slave Zero X. Deciros que la experiencia que me ha ofrecido este violento y preciosamente pixelado hack ‘n’ slash, me ha parecido realmente buenas si vais buscando ese toque arcade, lleno de desafíos, y que claramente absorbe esas potentes características que no nos hacían pensar cuando nos poníamos hace años ante un juego de acción.

Un juego que derrocha jugabilidad, adicción si le entramos al rollo de la puntuación y, ante todo, un juego de esos que nos reta y nos la pone difícil desde su duro inicios hasta su difícil final. Pero que termina por dar una experiencia potente en todos sus sentidos, que se goza sin remilgos de la más pura violencia.