El dinamismo llega el rol clásico
Toca entrar en una de las apuestas de este 2024 que hasta ahora no había podido disfrutar, y que me ha sorprendido de una manera brutal. Os hablo de Arco, el juego indie desarrollado por el grupo de programadores; Franek, Max Cahill, Bibiki y Fáyer.
Un juego con el que me ha quedado más que claro que hasta que la acción se puede volver táctica, y dar con ello un giro de tuerca a un típica aventura dentro de esa concepción jugable. Y que si a ello se le une una particular narrativa, una toma de decisiones que varíen nuestro destino, y un mundo variado y único, lleno de matices, y mucha magia entre la desolación, se termina formando un caldo de cultivo que ha dado esta genial experiencia western que no quiero que dejéis pasar por nada del mundo.
FECHA LANZAMIENTO |
15 AGOSTO 2024 |
DESARROLLADORA |
Franek, Max Cahill, Bibiki, Fáyer |
DISTRIBUIDORA |
Panic |
PLATAFORMAS |
PC -SWITCH |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
9 |

¿De que va todo esto?
El Universo de Arco, como ya os comento, bebe mucho de su narrativa, y nos mete en una trama que presenta de forma enlazada entre tres épicas historias, todas guiadas bajo el siempre agradecido y potente hilo de la unión por venganza. Desde el inicio, me he encontrado en un mundo bastante hostil. Donde los colones y los conflictos terrenales nos llevan a conocer a los protagonistas de esta historia, los cuales se enfrentan a variedad de desafíos y cuidadas misiones mientras intentan desmantelar la temible banda Red Company. Y todo esto poniéndonos en el papel de personajes que no solo luchan contra seres humanos, sino también contra monstruos y criaturas mágicas. Una brutal mezcla que hace aún más particular su la ambientación, en un mundo lleno de detalles, que sabe entrelazar paisajes naturales con una atmósfera agobiante y llena de peligros, pero con ese toque western que se te mete muy dentro.

Todo ello, enfocado desde una narrativa para nada lineal, donde como ya os he comentado, nuestras elecciones afectan el curso de la historia, y le añade mucha profundidad a la experiencia. Decisiones que no solo se llevan adelante mientras mantenemos charlas con los diferentes habitantes de la zona, sino que el campo de batalla también va a marcar el devenir de la historia. Y es que la libertad de acción es uno de los puntos fuertes de Arco, ya que el juego se siente menos como una experiencia guiada y más como un viaje personal en el que somos responsables de las consecuencias.

Los detalles más interesantes
Entrando directamente en la jugabilidad. No puedo hacerlo de otro modo que por su sistema de combate. Y es que este es uno de los aspectos más singulares del juego. Basándose en un sistema de turnos activos, donde tanto nuestras acciones como las de los enemigos ocurren al mismo tiempo. Todo esto nos lleva a unas mecánicas que introducen elementos donde la necesidad anticipación y estrategia se mezclan, y le aportan un toque tactico brutal. Siendo muy curioso la necesidad de saber lo que harán los enemigos en el próximo turno, sus rutas de movimiento, o los ataques previstos, te obligan a estar siempre un paso adelante, y a planificar cada acción con cuidado.

Un juego que se siente fluido. Muy ágil y divertido. Y que quita de en medio esa rigidez de los turnos y su falta de ritmo, aportando mucho dinamismo que te obliga a moverte constantemente, a esquivar balas y hechizos mientras gestionas tus recursos y tu maná, el cual curiosamente se regeneran con el movimiento. Creando unos enfrentamientos, donde la ubicación en el campo de batalla es tan importante como las habilidades que desatas sobre tus enemigos. Obligando a experimentar, probando distintas combinaciones de habilidades y movimientos para enfrentar a los diversos enemigos, y sacar con ello el máximo rendimiento a cada situación y acción.
Además, a parte de lo ágil que llega a ser el combate, también nos va a poner en medio de desafíos difíciles, especialmente en batallas opcionales y en algunos repuntes algo más aleatorios. Por lo que morir y tener que reiniciar no va a ser algo raro en esta aventura a lo largo de las ocho horas que más o menos puede durar.

Cada personaje cuenta con su propio conjunto de habilidades y estilo de combate, lo que añade variedad a las batallas. Tizo, por ejemplo, es un arquero con ataques a larga distancia que puede eliminar grupos de enemigos si se sincroniza bien con el entorno, mientras que Zoka prefiere el combate cuerpo a cuerpo, corriendo hacia sus enemigos para infligir daño directo o aturdirlos. Y todo esto para dar una divertida y variada forma de enfocar una campaña que evoluciona a nuestro paso, y hace evolucionar a los nuestros.

Como punto curioso, tengo que hablaros de los fantasmas que deambulan por el campo de batalla, añadiendo un nivel de imprevisibilidad a los enfrentamientos. Y que bien gestionados pueden ser la clave para obtener una ventaja táctica.
Desde el punto de vista gráfico. Esto adopta un duro pixel art. Planteando un mundo mucho más detallado y lleno de vida de lo que pueda parecer. Con localizaciones llenas de personalidad, y unos personajes que han conseguido que sean capaces de transmitir con tan poco. Por lo que respecta a la parte sonora, esta cumple bien gracias a una correcta banda sonora, una agradable ambientación, y un muy buen trabajo en cuatro a efectos de sonido.



Conclusión
En definitiva, Arco es un juego que brilla por su originalidad y su genial enfoque de la parte del combate y la narrativa. Y pese a que se le puede criticar algunas carencias en el apartado técnico y ciertos picos de dificultad, el juego ofrece una experiencia tan particular y única que es imposible no quedar absorto ante él.
Arco es una aventura llena de sorpresas. Con esa sensación de descubrimiento constante que te mantiene enganchado durante toda la campaña. Y aunque entiendo que no es un juego para todos el mundo, si eres capaz de casarte con él, te vas a terminar enamorando de una de las experiencias más únicas de estos últimos meses en el universo indie.
