Potente distopía pixelada
Tras mucho tiempo esperando, por fin le ha llegado la hora de profundizar y daros a conocer lo que ha terminado por ser este esperado Neon Blood.
Y es que muchas expectativas tenía puesta en este juego con tintes aventureros, en su mundo tan particular, y bajo fuertes y claros conceptos narrativos muy adultos. Que de mano de la gente del equipo de desarrollo español ChaoticBrain Studios, y distribuido por Meridiem Games y Astrolabe Games, se adentra con valentía en el terreno de los futuros distópicos llenos de neones y corrupción. Y que tras haberlo disfrutado quiero matizaros que es lo que me ha gustado y no de esta esperada obra.
FECHA LANZAMIENTO |
26 NOVIEMBRE 2024 |
DESARROLLADORA |
ChaoticBrain Studios |
DISTRIBUIDORA |
Astrolabe Games Meridiem Games |
PLATAFORMAS |
PC – XBOX ONE – PS4 – SWITCH – XBOX SX – PS5 |
VESIÓN ANALIZADA |
PS5 |
VALORACIÓN |
8 |
¿De que va todo esto?
Neon Blood es una propuesta que conlleva un cúmulo de conceptos y mecánicas que lo hacen vagar entre la aventura gráfica, la fuerte narrativa, mucha exploración y unos combates por turnos bien medidos. Todo ellos bajo una importante carga visual y sonora, que crea una atmósfera de esas que te envuelven, entre oscuros rincones, muchos neones, y una corrupción que la humanidad lleva casi por montera.
Una aventura que nos acerca a conocer y a acompañar al detective Axel McCoin. Todo ello en un mundo demacrado y devastado por la desigualdad y la opresión, donde va a intentar limpiar y dar sentido a una cruzada para desmantelar un sistema corrupto en la megalópolis de Viridis.
Los detalles más interesantes
Empezando ya a entrar más profundamente en esta historia ciberpunk, en su esencia y como no, en su jugabilidad y ejecución.
Como ya venís leyendo, el núcleo narrativo de Neon Blood es la parte principal y más particular de la aventura. Bajo un buen trabajo de guionización y una historia base, que aunque no sobresale por ser especialmente original, dentro de estos mundos distópicos, hay que reconocer que sabe como absorbernos y hacernos parte central de la experiencia. Queriendo destacar especialmente aquí cómo sabe llevarnos y hacernos sentir partícipe de diálogos complejos y elecciones morales, donde la historia nos empuja a cuestionar los límites de la justicia y la corrupción. Todo ello bajo unos entornos llenos de vida y detalles que convierten la exploración de Viridis en una experiencia realmente buena.
Por cierto, una historia que nos sitúa en el año 2053, en un mundo que ha colapsado tras una guerra olvidada. Donde por desgracia el epicentro de este desastre se encuentra Viridis, una ciudad dividida entre el lujo de Bright City y la desesperación de Blind City. Siendo donde aparecemos y damos sentido a la actitud, pensamientos, y forma de ser de nuestro amigo Axel. Un detective con un pasado marcado por las injusticias.
Una ciudad que nos acerca a uno de los puntos fuertes del juego, su concepto y su base jugable centrada en la exploración. Una ciudad que se plantea por una clara división de distintas zonas. Que nos llevan desde los brillantes distritos de Bright City hasta los oscuros callejones de Blind City, mientras nos cruzamos con los laberintos subterráneos que esconden secretos inconfesables y aportan lo más oscuro y misterioso de la ciudad y sus gentes. Plasmado con todo lujo de detalles, y una ambientación maravillosa cada localización, lo cual invita a adentrarnos e investigar.
Ciertamente me ha parecido muy importante y bien planteado toda esa ambientación que le da sentido a la propia ciudad, siendo especialmente reseñable la interacción con los habitantes de la ciudad, siendo clave para avanzar y entender todo lo que nos rodea.
Aquí entra su bien traído y ejecutado sistema de diálogos dinámicos. En los que podemos utilizar desde la persuasión a la intimidación, y como no nuestras habilidades de investigación para descubrir pistas. Una mecánica muy bien planteada y plasmada, claramente reminiscente de las aventuras gráficas clásicas, que añade una capa de investigación y casi de concepto puzles, que te hace sentir un gran detective. Cosa para la que se ha creado un curioso sensor de objetos con los que interactuar, que una vez activado nos marca en un área cuales tenemos acceso a ellos.
Por desgracia, me parece que se queda algo corta y poco variada la posibilidad de interactuar con objetos. Llegado un momento donde perdamos el interés por ello más allá de momentos necesarios para la misión principal. Cosa que pasa por igual a la hora de disfrutar de los entornos, y aunque el diseño de la ciudad es muy bueno, he echado de menos más actividades y eventos que le dieran mas vida y mas caos a la experiencia.
Otro de los grandes puntos de esta aventura es sin duda el combate. Y es que en Neon Blood sigue la estructura tradicional de los juegos de rol por turnos. Es decir, durante tu turno, puedes optar por atacar, defenderte, usar habilidades especiales, la inclusión de algún Quick Time Event, o emplear objetos para alterar el curso de la batalla, y en el siguiente turno le toca lo mismo al enemigo. Viendo cómo a medida que Axel avanza en su cruzada, este reclutará aliados que ampliarán las posibilidades tácticas, lo que resulta esencial para enfrentarnos a los desafiantes enemigos que pueblan Viridis. Un sistema bastante sólido y bien plasmado, aunque poco novedoso, que no se quiebra demasiado la cabeza en plantear novedades, pero tampoco le hace falta.
Por último decir que como ya veis en todo el juego todo se produce y evoluciona de una forma sencilla, en muchos casos básicas, y de forma ágil. Y es que la aventura no busca en ningún momento profundizar demasiado, cosa que la hace muy accesible, pero por desgracia también la lastra ante aquellos jugadores que busquen algo más complejo en esas cuatro horas que se me han quedado algo cortas.
El apartado artístico de Neon Blood es, sin duda, uno de sus mayores puntos de infección del juego. Planteando una preciosa combinación de personajes en pixel art genialmente animados con escenarios tridimensionales crea una estética 2.5D, bajo esa esencia oscura y apagada en su colorido, que captura la esencia de un buen universo ciberpunk. Destacando como se ha recreado cada calle, edificio y rincón de Viridis donde las luces de neón, los reflejos y las sombras le otorgan una atmósfera muy inmersiva, donde el buen trabajo de iluminación, climático, y de oclusión ambiental aporta ese toque que nos absorbe con mucha fuerza.
Por otro lado, el diseño sonoro complementa a la perfección el apartado visual. Con una banda sonora que mezcla sintetizadores con ritmos electrónicos oscuros y modernos, creando una atmósfera oclusiva, deteriorada, y llena de sucios matices. La cual se sabe acompañar por buenos efectos de sonido, un buen trabajo ambiental, y un notorio trabajo en los textos que como es de esperar llegan en español.
Por cierto, recordad que los amigos de Meridiem Games han puesto a la venta una edición física para todos aquellos amantes del coleccionismo.
Conclusión
En conclusión, deciros que Neon Blood es un juego lleno de matices tanto narrativos como visuales, que sabe combinar de forma sencilla y algo superficial elementos clásicos de géneros como las aventuras gráficas y los combates por turno, de forma ágil, agradecida en su desarrollo, y tremendamente absorbente en su forma de ser presentada. Destacando además puntos como una ciudad bien plasmada aunque algo falta de contenido, por la que explorar, investigar, y tratar con sus gentes, se vuelve una experiencia tremendamente atractiva, y que te deja con ganas de más por su corta duración.
Eso sí, una mayor profundidad en lo que sus mecánicas de combate y exploración se refiere hubiera dado mucho más juego y potencial, especialmente ante los jugadores mas exigentes en contenido.
En definitiva una notoria experiencia que te invita a sumergirte en las brillantes y sombrías calles de Viridis. Que abre la puerta a un nuevo estudio que ha terminado por hacer de Neon Blood un juego bien acabado, precioso a nivel técnico, y con muchos conceptos y mecánicas, que terminan por hacerlo interesante para cualquier amante de la ciencia ficción.