Cooperación enana con amigos

En una época bastante dorada para los juegos de estrategia de todo los tipos y géneros. Intentar sobresalir está solo a la altura de algunas producciones llenas de carisma, originalidad o potencial estratégico.

Y justamente por el apartado de la originalidad a nivel jugable, han querido la gente de Pinelead Studios alcanzar un puesto relevante dentro de este complicado universo estratégico. Queriendo plantear un juego de estrategia en tiempo real con claras tendencias al mundo cooperativo y competitivo online. Y que, por desgracia, no ha terminado por salir a la luz de la mejor manera que uno le hubiese gustado.

Así que con algo de tristeza estrega y enana, os doy paso a las líneas de mi crítica de este Dwarfheim.

Fecha de lanzamiento 27 SEPTIEMBRE 2021
Desarrolladora Pineleaf Studio
Distribuidora Merge Games
Plataformas PC
Versión Analizada PC
Idiomas Voces/Texto INGLÉS/ESPAÑOL
Número de jugadores 1 / Online

NOTA: 6

Y es que como ya os digo en la introducción. El juego centra su potencial en las bases clásicas de los juegos de estrategia en tiempo real de toda la vida, es decir; recolección de materiales, construcción, creación de tropas, y guerra. Con el claro afana de hacer mas grande nuestra población y, dominar todo el mapa de la zona que se nos plantea.

Y es que ciertamente esta es la parte que mejor se entiende y comparte el juego con nosotros. Ya que, bajo un claro, correcto, y conocido estructuralmente por todos los seguidores del género, interface. Se nos dejan clara todas esas opciones de construcción y gestión de unidades y recursos. Las cuales, además poseen ese corte fácil de plantar sobre el terreno, colocar o movilizar, y dar actividad de forma sencilla, y bien explicada gracias a un correcto tutorial introductorio. Y que como ya os reitero, más que sabido por los que conocen el género.

Siendo aquí donde Dwarfheim intenta innovar. Y es que plantea un modo cooperativo individual o multijugador bastante particular. Que sinceramente no le termino de ver el sentido. Ya que el juego lo que hace es dividir en tres partes a la población que forma cada clan enano. Es decir… Guerreros, mineros y constructores. Y los pone a trabajar por separado, a la vez que relacionados los unos con los otros por el bien de nuestro propio clan y población. Y con la clara propuesta de mejorar y potencial nuestro equipo para arrasar con otros clanes y seres que deambulan por nuestro territorio.

Como planteamiento está bien. El problema es que la idea no termina de funcionar. Haciendo en la mayoría de los casos que nos centremos más en gestionar nuestro poblado que en entrar a enfrentamientos. Llevando a mostrar con ello lo bastante desequilibrado a nivel jugable las funciones de unos y de otros. Y no siendo una experiencia que mantenga una constante participación. Cosa que termina siendo parte de la estrategia en el caso de ataque, ya que termina siendo el objetivo más los constructores y campesinos que los propios soldados.

Y que conste que a nivel de edificaciones y de unidades es bastante variado. Destacando por encima de todo la curiosa parte subterránea. A la que se puede acceder pulsando solo una tecla. Y que más allá de ser una parte claramente minera, también interviene a nivel estratégico, ya que nos permite acceder por otras zonas subterráneas y llegar a la superficie, cosa que viene genial para sorprender al enemigo.

El base multijugador es el centro respecto al que gira todo. Pero no os preocupéis los que os apetezca jugar solos, ya que la opción también está presente. Eso sí, se nota que está hecho para ese concepto de equipos y de competición de tres contra tres. Encontrando una zona bastante confusa para gestionar todo esto. Y aunque una vez dentro del juego fluye bien, hasta llegar a este hay algunas trabas y dificultades.

Por lo que respecta a la parte técnica es un juego correcto. Con un correcto diseño artístico de unidades, edificios y entornos. Donde el colorido en los dos niveles está bien tratado. Y donde los efectos de iluminación y de materiales cumplen su función de dar vida. Eso sí, algún problema de optimización ronda en todo momento al juego.

La parte sonora es agradable. Con melodías de corte épico. Y una buena implementación de sonidos y efectos. Que se acompañan con los siempre de agradecer textos en español.

En definitiva, Dwarfheim es un juego con muy buenas ideas. Con un concepto cooperativo y multijugador que se arriesga a ser original, pese a que no termina funcionando todo lo bien que uno espera. Y que por desgracia el resto del juego, aunque es correcto, tampoco aporta nada que no haya visto hasta ahora.

Algunas remodelaciones, algunos parches, y algunos cambios de conceptos le vendrían la mar de bien, porque hay una buena base. Pero a día de esta crítica la cosa está de este modo, y no puedo recomendarlo a todo el mundo por desgracia, ya que pide poner demasiado de parte del jugador, y no todo el mundo va a entrar a ello.

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