Una maravillosa y confusa obra de arte

Cuanta confusión, intriga, y genialidad ha traído a mi vida el nuevo trabajo de Daniel Mullins. Aunque también era de esperar que detrás del creador del genial Pony Island, algo del montón no fuese a surgir. Por ello mis ganas era inmensa de ver hasta dónde nos podía llevar esta vez, con lo que parecía un juego de carta estéticamente muy particular.

Y tras haberlo disfrutado, haberme sorprendido, y haber mostrado como hay que disfrutar de un juego para poder hablar sobre él. Os traigo esta compleja crítica, para que no tengáis miedo a introduciros dentro de una de las joyas indie de estos últimos tiempos.

Fecha de lanzamiento 19 OCTUBRE 2021
Desarrolladora Daniel Mullins Games
Distribuidora Devolver Digital
Plataformas PC
Versión Analizada PC
Idiomas Voces/Texto NO/ESPAÑOL
Número de jugadores 1

NOTA: 9’5

Para empezar con este análisis. Os tengo que decir que es una de esas experiencias donde nada es lo que parece. ¿y que parece? Pues claramente un juego de cartas de combate con clara tendencia roguelite. Donde la muerte forma parte de una tendencia evolutiva constante. Y todo sobre el clásico tablero esquemático, en el que diferentes caminos nos llevan a varios tipos de eventos y situaciones que consigan potenciarnos, hacer mejorar nuestro mazo, o conseguir atraernos hacia nuevas contiendas.

Contiendas muy bien planteadas y bastante clara a la hora de gestionarlas. Donde un narrativo tutorial nos dejará clara las posibilidades jugables que en principio tendremos. Y en el que dos líneas, una para nosotros y otras para nuestro rival. Nos darán la posibilidad de colocar las cartas que tengamos en mano tras robarlas al azar. Y en las que tendremos que estar pendientes de sus esquemáticas puntuaciones, en la que puntos de ataque y de resistencia, son la parte esencial para saber el potencial de la carta. Y todo ello con el fin de destruir las cartas enemigas, y una vez superadas, dañar a nuestro rival.

Un combate que se va a completar a través de una curiosa barra de vida que forma una balanza. Perdiendo dicha contienda el que su lado de la balanza toque la mesa.

Más allá de las nociones básicas, el juego posee cantidad de detalles que complementan este sencillo modo de combate. Destacando en primer lugar la gran cantidad de cartas que componen la baraja, y que poco a poco he ido desbloqueando. Siendo curioso en ellas la cantidad de variados efectos y habilidades que poseen, que influyen directamente en la forma de jugarlas. Por cierto, un sistema de lanzamiento de cartas que viene dado por sacrificios de estas mismas, y por los restos óseos de las eliminadas. Siendo, por lo tanto, un sistema donde deberemos arriesgar y poseer ciertos recursos para poder dar rienda suelta a nuestro potencial. Cosa por lo cual no pasa nuestro rival. Así que hay que plantear todo muy bien, porque nos esperan unos complejos combates. Con mecánicas variadas por parte de los enemigos, que me han ido sorprendiendo muerte tras muerte, y reinicio tras reinicio.

Pero claro, el juego no podía quedar aquí, ya que no tendría demasiadas cosas en particular. Entrando en este momento en la parte donde nos levantaremos de nuestra mesa, y comenzaremos a dar rienda suelta a nuestras capacidades resolutivas de puzles, acertijos, y exploración, con el único fin de escapar de esta dichosa cabaña, que nos tiene atrapados, y acongojados bajo una tétrica presencia.

Siendo este momento donde la genialidad jugable. La interrelación entre juego de carta, y aventura de puzles se unen para conseguir sacar a luz una unión de mecánicas y conceptos, que terminan por unirse en una cuidada historia narrativa que da vida a una de las mejores y más originales experiencias que he tenido con un juego donde llegan momentos donde las cartas serán algo casi secundario. Consiguiendo llevarnos a ponernos en situaciones increíbles que no te puedes esperar, y que exprimen de este esa genialidad que posee en cada rincón. Y que, si no lo disfrutáis y experimentáis por vosotros mismos, va a ser difícil que saquéis conclusiones de estas líneas. Tampoco queriendo decir demasiado por mi parte, ya que este vive mucho de sorprender al jugador, y os aseguro que lo hace con creces en la no más de nueve o diez horas que puede durar esta maravillosa locura.

Técnicamente es un juego muy particular. Viviendo directamente de un diseño artístico muy cuidado, lleno de personalidad y con detalles que dan vida a este mundo en cada rincón que miremos. Y donde su ambientación, sonoridad, y banda sonora, nos mantienen bajo un desasosiego constante que nos atrapa y no nos deja salir de una experiencia técnica única.

Por último, deciros que el juego llega con textos en español. Cosa que se agradece mucho como siempre.

Inscryption es una experiencia única, diferente, inesperada, y realmente cuidada al milímetro. Donde nada es lo que uno se imagina. Donde los giros de tuerca no pararán de sorprendernos en ningún momento. Y donde se vuelve a mostrar la genialidad de este autor a la hora de saber utilizar todos los recursos interactivos y narrativos que nuestro mundillo es capaz de aportar de forma única y particular.

Una obra excelente y excepcional, que se parece a todo, pero no se parece a nada. Que no deja indiferente a nadie que se enfrente a ella. Y que entra en nuestra vida para quedarse marcada a fuego en nuestro recuerdo videojueguil.

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Código digital proporcionado por Cosmocover Team

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