Un belicoso cara a cara

Siempre que un juego de estrategia bélica va a pasar por mis manos ya comienzo a darle vueltas a la cabeza ante la posibilidad de toparme con una propuesta profunda, llena de conceptos, y con importantes cargas logísticas o de gestión.

Pero cuando uno de pronto se topa con juegos como este Warpips, todos esos miedos y conceptos se vienen abajo, y comienza a disfrutar de una experiencia liviana, divertida, y con mecánicas sencillas. Donde un campo de batalla, dos bandos y un buen arsenal, suponen disfrutar de épicas batallas sin tantos quebraderos de cabeza como eran de esperar. Así que tras disfrutar en su día de su acceso anticipado, os traigo el análisis final de este proyecto de la gente de Skirmish Mode Games, bajo el sello de Daedalic Entertainment.

Fecha de lanzamiento 21 ABRIL 2022
Desarrolladora Skirmish Mode Games
Distribuidora Daedalic Entertainment
Plataformas PC
Versión Analizada PC

UNA MICRO GUERRA

Entrando en Warpips, tengo que hacerlo dejando bien claro que nos encontramos ante un juego donde se ha intentado reducir a una expresión muy básica lo que es un campo de batalla, y una guerra a dos bandos. Donde la mezcla entre defensa de base y el objetivo de destrucción de la del enemigo fluyen delante nuestra. E introducen cantidad de curiosidades que atender como; la generación de unidades, la potenciación de estas y, un curiosos sistema de microgestion suponen una interesante propuesta llena de matices que lo hacen muy divertida.

NOS VEMOS EN EL CAMPO DE BATALLA

Una vez dentro del juego, y esperando para disfrutar nuestras primeras batallas. Con lo primero que nos vamos a encontrar es con uno de los puntos más importantes del juego. Y este no es otro que el saber elegir con sabiduría las unidades que vamos a llevar a la batalla. Un número de unidades que va a estar limitado a cada una de las fases que elijamos, y teniendo muy en la mente el tipo de unidades enemigas. Unidades que van desde elementos defensivos, unidades humanas, vehículos, y otras sorpresas que iréis descubriendo y desbloqueando a medida que avancemos dentro del juego. Cada una de ellas con sus cualidades y características especiales, que las hacen únicas ante ciertas situaciones.

Una vez en el mapeado, y tras entender el concepto de atacar para destruir la base enemiga sin que destruyan la nuestra. Comenzaremos a tener muy presente el frenético ritmo de juego ante el que nos encontramos. Donde la producción de unidades, una rápida gestión económica, y una subidas de nivel irán directamente relacionada, con unos puntos que nos irán desbloqueando mejoras, cantidad de unidades en el terreno, dinero, y muchas más, que tendremos que gestionar en tiempo real, mientras vemos cómo de forma automatizada se dan de tiros los dos bandos. Pudiendo intervenir mediante un sistema de orden de cobertura, ayudas bajo nuestro control potentes pero limitadas, y con la constante atención a la producción de unidades y tiempos de refresco de estas. La verdad que muchos pequeños detalles que hacen tremendamente amenas las partidas, con necesidad de pensamiento rápido y adaptación constante a cada situación. Con una interface que ayuda mucho a ello por su limpieza y claridad. Y donde tendremos que estar atentos siempre a lineas temporales, a lineas de experiencia, y a la generación de las unidades del equipo contrario. Yes que llegado cierto punto gestionarlo todo será casi un arte.

Fuera de estas propias fases, se encuentra otro de los puntos de interés. Me refiero a la zona donde las mejoras, las potenciaciones y las compra de armamento, nos permitirán ir haciendo a nuestras unidades mucho más eficientes y potencialmente destructivas. Señalando además que estas mejoras se enfocan también en mejorar nuestra propia generación de recursos y opciones defensivas en el campo de batalla. Todo ello pudiendo hacernos con ello a base de unas fichas y billetes que iremos consiguiendo al cumplir cada una de las misiones.

Misiones que nos llevan a que el juego posee diferentes modos que alargan la vida útil de este adictivo juego. Estos modos van desde un modo conquista, en el que iremos llevando un hilo conductor sobre un mapeado. Donde elegiremos nuestros destinos a la hora de entrar en batalla, y en gestionaremos todos los puntos anterior. Y por otro lado, se han planteado un modo de partida rápida y, un curioso modo infinito, donde las batallas, como bien dice el nombre, pueden no tener fin.

APARTADO TÉCNICO

GRÁFICO

SONIDO

La parte visual es divertida y colorida. Con un curioso diseño pixelado de unidades, y un campo de batalla con muchos pequeños detalles y pequeños efectos que hacen disfrutar de curiosos espectáculos bélicos.

Por lo que respecta a la parte sonora. Esta destaca por su despliegue de efectos sonoros belicosos. Donde una correcta ambientación y una divertida musicalidad cañera complementan ese ritmo despiadado que posee. Y donde los textos en español agregados se agradecen.

NO TODO ES PERFECTO

Aunque las mecánicas tiene. Un concepto simple, por desgracia un diseño de mapeados demasiado parecido y poco variado suponen un lastre muy repetitivo a las diferentes batallas. No dando mucho margen estratégico una vez alcanzado cierto potencial.

La parte del tutorial no es todo lo buena que debiese. Con conceptos que quedan algo confusos, y que nos llevan a tener que aprender por nuestra cuenta.

CONCLUSIÓN

En conclusión, tengo bastantes halagos para la concepción y construcción estratégica que le ha dado al mundo de la guerra este Warpips. Y es que es una experiencia divertida, accesible, y llena de muchas más posibilidades de lo que a simple vista pueda parecer.

Un juego de estrategia para no comerte la cabeza, para partidas más rápidas de lo habitual, y para centrarnos en esa parte beligerante que tanto apasiona dentro de este género y que aquí te planta un minimalista concepto, que te hace disfrutar mucho de ella.

NOTA

8

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Código digital proporcionado por Daedalic Entertainment

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