Cuando somos todopoderosos
Lo abstracto y omnipotente que es introducirse en la experiencia The Universim ha sido una de esas cosas que puede llevar mucho tiempo explicar. Ya que desde el principio, ha sido un viaje muy interesante y complejo a través de los rincones del género de simuladores de dios.
Y es que el juego desarrollado por Crytivo, es una de esas pequeñas joyas de la estrategia que uno no quiere dejar pasar aunque sea solo para experimentar. Un juego que ha tenido un larguísimo camino de desarrollo hasta hoy en día. Dando de The Universim una obra pulida y llena de detalles que os quiero hacer entender en las siguientes líneas.
| Fecha de lanzamiento | 22 ENERO 2024 |
| Desarrolladora | Crytivo |
| Distribuidora | Crytivo |
| Plataformas | PC |
| Versión Analizada | PC |
¿De que va todo esto?
Lo primero va a ser poner ante vosotros las bases de este The Universim. En el que todo comienza de manera simple: tú eres Dios. Donde tu tarea es forjar un planeta habitable, y guiar a la especie de los Nuggets a través de los años, hasta alcanzar la grandeza espacial.
Esto no pone en una experiencia donde tomar el papel celestial, y experimentar todos los desafíos y problemas que conlleva dirigir una civilización emergente sin perder nunca el humor y esa clara crítica a las religiones.
Los detalles más interesantes
El juego comienza con la creación del planeta y la ubicación estratégica de la ciudad central. A medida que los Nuggets construyen su civilización, se presenta al jugador una gran cantidad de información y desafíos que completar. Llevándonos desde sencillo manejo de recursos hasta la gestión de edades y tecnologías.
Cómo ya os digo, todo empieza conociendo y diseñando a los habitantes de nuestro mundo, Los Nuggets. Los cuales llevan ese nombre por tener justamente la forma de nuggets de pollo. Volviéndose la piedra angular de la historia. Momento en el que se nos acerca a unos primeros pasos que nos involucran en la gestión y manejo.
A medida que la población crece, la atención se desplaza hacia la gestión de recursos y la expansión de la civilización. Destacando esa posibilidad de invertir tiempo en Nuggets individuales, que crea cierta empatía y emociones por ciertos habitantes. Especialmente en las etapas tempranas cuando se puede nombrar a los recién nacidos, generando vínculos con la creciente población.
Viendo como la civilización avanza, las misiones se vuelven más amplias y variadas, llevándonos desde expediciones al núcleo del planeta hasta mantener la felicidad general y el nivel de adoración. Estas misiones, aunque opcionales, agregan diversidad y desafíos al juego, manteniendo la atención del jugador más allá de las construcciones básicas.
Lo que no puedo dejar de destacar son los curiosos eventos que se dan de forma aleatoria, de lo más loco y bizarros. Pero que añaden variedad y sorpresas a la jugabilidad. Y es que la imprevisibilidad de estos eventos crean un sentido de dinamismo, ofreciendo múltiples experiencias incluso a través de partidas diferentes.
Todo ello se envuelve curiosamente de un halo narrativo. Donde un narrador se suma a dar vida y carácter al juego. Aportando más humor, además de servir como guía y tutor. Donde el sarcasmo lo sabe utilizar la mar de bien, sin dejar tampoco a un lado la referencias a otros juegos, que terminan por hacerlo un compañero divertido e ideal para una aventura que vamos a echarle muchas horas.
Lo que no me gusta
Cómo buen juego de estrategia posee una progresión entre eras ágil y divertida, pero que puede a veces presentar un mecanización demasiado repetitiva en la demanda de ciertos recursos, que puede cansar al jugador. Cosa que se une a que pese a tener una buena interfaz hay detalles y gestiones que no quedan todo lo clara que desearía.
A nivel técnico, el juego no termina de entrar por ojos si entramos en detalle. Solo salvándose algo más el apartado artístico que posee que se adapta muy bien al tono sarcástico que posee el juego. Es cierto que tampoco hay que ser muy exigente siendo un juego de estrategia, pero hoy en día se han visto propuestas tan buenas que los límites han subido. Eso sí, por otro lado, la ambientación, los efectos de sonido y la actuación vocal, centrada en el narrador y los Nuggets, contribuyen a la inmersión y a dar mucha vida al mundo.
Conclusión
En resumen, The Universim se planta ante nosotros, tras tanto tiempo de espera, como un buen viaje celestial al género de los simuladores de dios. Aunque presenta algunos problemas de interfaz de usuario y comunicación de información, el juego brilla por sus capacidades para absorbernos, tenernos ensimismados, e incluso desafiarnos. Todo ello con una progresión bien estructurada, el toque de humor del narrador, y la variedad de desafíos hacen que valga la pena para los aficionados al género.
En definitiva, un claro ejemplo de paciencia y dedicación para terminar dando forma a una experiencia de juego única, donde nuestra divinidad espera ser explorada y forjada.
