Análisis de Solium Infernum

Estrategia llegada desde el infierno

Llega el momento de bajar a los infiernos de la estrategia. Para toparme con una de las joyitas del género, que bajo el nombre de Solium Infernum, y el desarrollo del estudio independiente League of Geeks, llega estos días a nuestros ordenadores.

Una particular forma de ver el infierno. Donde la estrategia militar y la diplomacia entre demonios, se saben mezclar en una agradable sorpresa que nos lleva al intento por hacernos con el trono de Pandaemonium.

Un juego que sabe poner su potencial al servicio de un jugador que seguro que va a quedar atrapado por una experiencia que sorprende mucho en subdesarrollo, caos diplomático, y en toda esa ambientación tan infernal.

Fecha de lanzamiento	22 FEBRERO 2024
Desarrolladora	League of Geeks
Distribuidora	League of Geeks
Plataformas	PC
Versión Analizada	PC

Cómo ya os comento, Solium Infernum, nos lleva a tierras infernales. Bajo una narrativa y una trama principal donde los tejemanejes demoníacos, el reinado de Pandaemonium, y las agrupaciones demoníacas se enlazan alrededor de las conspiraciones políticas y la guerra entre los archidemonios más importantes, por hacerse con el trono vacante.

Llevándonos a un juego donde podremos encarnar a una serie de archidemonios, cada uno con sus habilidades y estilos distintivos, que nos van a proponer llevar la experiencia y sus devenires de una forma totalmente diferente a lo que aparenta a primera vista. Todo ello bajo unos conceptos estratégicos centrados en los turnos y un amplio tablero infernal, que nos aporta variadas tomas de decisiones y acciones en todos los ámbitos políticos y beligerantes. Y dónde conceptos únicos, nos obligan a tener muy presente el contexto narrativo y casi filosófico del lugar.

Entrando en detalles particulares. Deciros que Solium Infernum se erige como un juego de estrategia por turnos de margen delimitado por medio centenar de ellos para conseguir cierto objetivo. Creando con ello una necesidad de urgencia y ansiedad por cumplir una serie de misiones que nos lleva ante un juego muy dinámico y de corte bastante beligerante dentro de los conceptos habituales de la estrategia. En unos turnos que en tan solo dos acciones tendremos que replantear toda clase de acciones políticas, bélicas, de mejora y potenciación, o de gestión. Por lo que tendremos un no parar de acciones que se mezclan y acumulan sin dar un respiro.

Todo esto nos lleva a un buen estudio de cómo y cuándo llevar adelante cada acción. Ya que nos encontramos con un juego donde las repercusiones de nuestros actos se notan a muy corto plazo. Y más cuando la intervención enemiga va a tener una importante cualidad de interferir y hacernos cambiar el rumbo a cada momento.

Más allá de los conceptos combativos del juego. Este pone gran importancia en la diplomacia. Ya que el diálogo, las broncas, el insulto o las exigencias, nos van a llevar a un sin fin de acciones y reacciones que le dan mucha vida y aleatoriedad al juego. Haciendo que tengamos que tener muy en cuenta el potencial diplomático, a la hora de enlazarlo con la parte más estratégica de campo. Y que nos termina por llevar a una variedad muy interesantes de formas de llegar a la victoria. Donde los rituales, los desafíos, las mentiras, o los retos, pasan a formar parte de una gestión de esta estrategia diplomática que envuelve al juego, más allá de la parte militar.

Tampoco quiero dejar de hablaros de la gestión y mejoras de poderes. Los cuales van a depender en muchos casos de los propios recursos. Estas nos van a acercar a un buen número de habilidades y conceptos que van a complementar y dar vida con curiosos aportes estratégicos y diplomáticos muy centrados en las cualidades únicas de cada personaje. Y que sin dudarlo, le da ese toque original, profundo, variado, e impredecible que posee esta experiencia estratégica.

No quiero dejar de destacar su modo multijugador, y con ello ese componente social tan significativo. Donde la interacción entre jugadores, especialmente a través de las disputas y la diplomacia, añaden un componente social profundo y lleno de ocultos actos, que eleva aún más la experiencia del juego.

Por último, en este apartado no quiero dejar de nombrar la dirección de arte. Con una cuidada representación visual del Infierno, y unas ilustraciones magníficas, que se agradecen dentro del tipo de juego que es. Todo ello se acompaña y ambienta a la perfección con un apartado sonoro que sabe meternos en el infernal mundo.

Eso sí, hay ciertos puntos que me han chirriando un poco. Y me han terminado por romper algo la experiencia. Entre ellos destacó esa limitación de turnos a medio centenar que propone el juego, y que rompe demasiado rápido un planteamiento estratégico más a largo plazo. O por otro lado, la aleatoriedad de algunas acciones, que pueden resultar algo molestas para quien busque un tipo de juego estratégico más controlado, ya que aquí el caos está más que asegurado.

Por último, decir que ciertas mejoras en el multijugador para hacerlo más ágil, y una interfaz con puntos no tan claros como desearía no estarían mal que fuesen revisadas para hacer de la experiencia algo más accesible.

Conclusión

En conclusión. Tengo que dejar bien claro que he salido realmente contento de la experiencia con Solium Infernum. Un juego que sorprende por la variedad de posibilidades estratégicas militares y diplomáticas que posee. Creando una propuesta muy ramificada, profunda, y llena de posibles decisiones, que abordan de la mejor manera un caos tan bien planteado que representa entre turnos, mentiras, y guerras. Y que lo lleva a ser una de las grandes sorpresas de estos meses para los amantes del género, que no deben dejar pasar de disfrutar este brutal paseo por lo más profundo del infierno y su mitología.