Una joya pixelada impactante

Mucho tiempo he seguido de cerca el desarrollo de Narita Boy. Me he ilusionado con cada una de sus nuevas imágenes. Y me ha dejado encantado con ese conceptual universo que estaba claro que nos querían presentar entre preciosos pixeles que tan bien saben trabajar en la industria independiente desde hace muchos años.

Y es que el Studio Kola, junto a la distribuidora Team 17 han plantado ante mí una de las nuevas joyas indie de estos meses. Una autentica delicatessen solo para los amantes de lo más profundo y exquisito del lenguaje de los videojuegos.

Fecha de lanzamiento 30 MARZO 2021
Desarrolladora Studio Koba
Distribuidora Team 17
Plataformas PC – PS4 – XBOX ONE – SWITCH
Versión Analizada PC
Idiomas Voces/Texto NO/ESPAÑOL
Número de jugadores 1

httpv://www.youtube.com/watch?v=H_Bo1N-vuYM

NOTA: 8’5

Entrando ya en lo que nos propone Narita Boy. Hay que decir, que desde el punto de vista jugable nos encontramos con un juego con una clara estructura metroidvania. En la que ciertamente puede que sea la parte menos llamativa del juego. Y es que es de esas aventuras conceptuales donde la jugabilidad pese a ser buena, no es el principal punto que destaca dentro de este. Y con ello no estoy diciendo que el juego no sea divertido, ni que no cumpla sobradamente dentro de cada una de sus mecánicas. Sino no más bien que, hay puntos tan llamativos y potentes que, estas se ven casi tapadas por ser algo más comunes.

Ya dentro del juego, deciros que nos encontramos con un juego bastante narrativo, y con mucha movilidad y exploración. Donde la búsqueda de objetos, entre situaciones de acción y plataformeo completan una aventura bidimensional bastante bien cohesionada.

Donde el control me ha parecido bastante preciso y variado tanto en las partes de combate como en aquellas más centradas en el plataformeo. Así que iros preparando para saltos, esquivas, disparos, golpes, y muchas opciones más que irán apareciendo en su justo momento.

Los escenarios son realmente variados. Llenos de zonas de todo tipo. Y en los que la movilidad entre ellos. Y ese concepto de gran puzle que siempre es un metroidvania, es verdaderamente notorio. Consiguiendo que el retorno a puntos para explorar y desbloquear zonas sea muy agradecido. Y donde todo llega al culmen de la experiencia cuando lo unimos a la interacción narrativa con los npc del juego.

Por cierto. No podía dejar de hablar de los variados y bien definidos enemigos. Con cantidad de mecánicas, patrones y poderes. Destacando los grandes jefes finales. Y que nos encaminan a un combate que, sin ser difícil, si tenemos que pensarnos bastante bien cada uno de los movimientos, mecánicas y poderes que iremos aprendiendo a lo largo de la aventura. Ya que de ellas van a depender mucho de nuestros éxitos. Aunque si es cierto que algunos están algo desaprovechados. Pero bueno… en general, la acción es un punto en el que uno se lo pasa realmente bien por lo agradecido y atrayente que es en ciertos momentos.

La parte de las plataformas también está bastante bien conseguida. Y es que el sistema de salto, impulso y sujeción a ellas es muy preciso. Solo pudiéndose criticar algunos problemas que vienen dados por el diseño visual del juego, como puede ser el no distinguir bien las zonas donde podremos saltar, y terminar cayendo sobre líquidos o un acantilado.

Por lo que respecta a la dificultad, y como ya os he dejado caer, os tengo que decir que no es un juego realmente difícil, más allá de ciertos repuntes que pueden dejarnos bloqueados durante un buen rato. O momentos en los que no terminemos de orientarnos bien en busca de alguna tecno-llave.

Uno de los puntos más geniales de esta obra, es sin lugar a duda su narración, y el universo creado para esta ocasión. Y es que la increíble capacidad de meternos en un conceptual mundo, repleto de referencias a una vida tan particular. Donde la tecnología, la tradición, y los recuerdos se mezclan de una forma maravillosa para dejarnos pegado a una experiencia narrativa retro futurista realmente potente. En donde la parte visual y sonora influye aún más en ese lenguaje que solo los videojuegos saben expresar con tal maestría.

Por cierto, sin querer destripar demasiado de la historia de este. Os tengo que destacar que todo nos lleva a un mundo digital. Donde los conceptos de lo que podríamos estar viviendo si estuviéramos metido dentro de la placa de un videojuego o de una placa base, donde referencias tecnológicas constantes, y casi una personificación de estas, son una verdadera delicia para los amantes de la retro tecnología ochentera.

Visualmente es una auténtica delicia pixelada de esas que te dejan alucinado en todo momento con las posibilidades artísticas que tiene este tipo de diseño visual. Y es que tanto el diseño de todo lo que nos rodea. La preciosa calidad y personalidad de cada ser que aparece en pantalla. Y el trabajo exquisito realizado con los efectos y animaciones. Convierte a este Narita Boy en una de las mejores obras pixel-art que he visto hasta la fecha.

Y todo acompañado con una parte sonora que tampoco se queda atrás. Con un maravillo diseño de una conceptual ambientación futurista épica. Donde la perfecta implementación de las imágenes y los entornos, con los efectos y temas musicales, son una intensa experiencia que te introduce muy dentro de una aventura impecable en este apartado. Y a la que no le podía faltar unos siempre agradecidos textos en español.

Narita Boy es una obra realmente deliciosa, impactante, y llena de una magia que solo las grandes joyas son capaces de plantear. Un juego particular en su concepto aventurero y explorador. Donde una narrativa inquietante y atrayente, se mezcla con un universo muy particular y especial que te absorbe y te lleva de la mano entre preciosos pixeles que, engalanan a un muy buen y particular metroidvania

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Código digital proporcionado por Team 17

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