La vida y la muerte entre girasoles
Sin demasiadas vueltas, y sin pensarlo demasiado tras ver los primeros detalles del juego. Toca meterse de lleno en la propuesta debut de la gente de Phoenix Blasters, el precioso Telmari.
Un duro, a la vez que bonito desafío, que va más allá de unos maltrechos girasoles. Y que nos mete en una propuesta indie muy bien acabada y llena de curiosidades. Que aporta una de esas experiencias que saben combinar una preciosa estética con una jugabilidad de esas que no nos dejan respirar ni un solo segundo entre minuciosos saltos, duros niveles, y mecánicas divertidas que nos hacen la vida “algo más sencilla”.
Así que entre muerte y muerte toca presentaros Telmari y todo ese potencial que las pequeñas obras indies siempre nos traen con el amor que las caracterizan.
| Fecha de lanzamiento | 16 FEBRERO 2024 |
| Desarrolladora | Phoenix Blasters |
| Distribuidora | Phoenix Blasters |
| Plataformas | PC |
| Versión Analizada | PC |
¿De que va todo esto?
Quiero empezar embarcándome en la sencilla y curiosa trama de Telmari. Donde una joven y humilde cultivadora de girasoles, se ve amenazada por enigmáticas enredaderas que asedian mis campos. Llevándonos con ello a conocer a un antiguo y mágico ser gatuno con poderes prácticamente divinos, con el cual tendrá la dura tarea de erradicar la raíz del problema donde un árbol maldito tiene mucho que ver.
Así que equipada con un arco y flechas, Telmari, tendrá que superar un centenar de niveles donde las plataformas, los enemigos, nuestra paciencia y habilidad, tendrán que llevarse al extremo, y demostrar toda nuestra cualidades de utilización del entorno, del arco, y de una precisión milimétrica en cada movimiento. Ya que la muerte va a estar a la orden del día, y nuestros nervios a prueba de bombas.
Los detalles más interesantes
Y es que ya entrando en en el pixelado mundo de Telmari, no puedo empezar por otro lugar que hablando de su preciosa presentación visual. Donde una estética pixelada llena de un precioso colorido, unos cuidados entornos, y unos bonitos y bien animados personajes, le dan un amor y encanto increíble a la aventura. En donde la ambientación, una bonita sonoridad, y esos matices sonoros que aportan vida al universo, se aúnan para montar una experiencia ágil y exquisita que sabe fluir ante nuestros ojos con mucho encanto.
Pero más allá de lo bonito que es, el potencial de Telmari reside en su desafío y dificultad. Todo ello centrado especialmente en su milimétrico y duro diseño de niveles que es tanto una prueba de habilidad como de paciencia. Un sistema de niveles que posee una progresión muy bien traída, a base de introducción de mecánicas y conceptos de forma muy milimétrica y progresiva para que vayamos sufriendo pero entendiendo el porqué lo hacemos. Y siempre dejándonos con esa necesidad de ver que nos puede esperar en el siguiente nivel, y esa curiosa conexión narrativa entre el personaje y el entorno, que aún aporta un poco más a esas ganas por disfrutar de la experiencia hasta el final.
Por cierto, no quiero dejar de subrayar que con más de 100 niveles y objetivos opcionales, hay horas de juego. Teniendo muy en cuenta el cómo se nos de, la paciencia que tengamos, y la adaptación a unos controles que fluyen bastante bien, a su sistema de físicas y saltos, y ante todo, a unas nociones que dentro de su simplismo saben mantenernos atados a una experiencia que te pone de los nervios, pero que aporta mucha satisfacción una vez superada.
Lo que no me gusta
Como suele pasar mucho en este tipo de juegos, las mecánicas iniciales son entendibles pero complejas de hacernos milimétricamente con ellas. Así que hay que darle tiempo, porque sino el juego se nos puede hacer demasiado cuesta arriba. Cosa que tampoco ayuda demasiado un tutorial que no termina de explicarse tan bien como uno desearía.
Otro punto que no suele ser del gusto de todo el mundo en estos juegos es su brutal necesidad de repetición. Y es que ha habido zonas en las que he muerto decenas de veces. Y aunque se agradece la reaparición sea rápida, puede que a no todo el mundo sus nervios den para ello. Pero hay que ser consciente a lo que uno se enfrenta.
Por último, la narrativa pese a su interés no es tan clara y llamativa como en otros juegos del género con mucho más trasfondo. Haciendo que la protagonista y los personajes que rodean la aventura no sean tan empáticos y se le coja tanto cariño como en otros juegos.
Conclusión
Cerrando con este análisis de Telmari. Tengo que dar la enhorabuena al notorio trabajo que ha plasmado en nuestras pantallas la gente de Phoenix Blasters. Y es que Telmari posee unas bases jugables potentes, ágiles, y muy bien implementadas. Que hacen que sea una de esas experiencias que uno va a recordar durante mucho tiempo. Y aunque no es tan perfecta como otras grandes obras de este género, hay que reconocerle todas esas grandes virtudes que tiene un juego que funciona y hace gozar a todos los amantes de los plataformas bidimensionales donde la muerte, los miles de intentos, y la necesidad de controlar cada acción al milímetro de fusionan en una bonita aventura que no debéis dejar pasar si os van estas experiencias, y ante todo, si tenéis una capacidad innata de controlar esos nervios que os van a sacar de vuestras casillas una y otra vez.
